La fragancia se revela como un estallido de luz, resplandeciente y brillante. La elegancia del azahar brilla a través de la luz de la fresia y la mimosa y la transparencia natural de la ninfea.
Puro como la luz del sol, un matiz brillante extraordinario que se irradia con una intensidad ardiente, brillando de la manera que solo un diamante puede. Pura sensualidad, transparencia pura, luz pura: una vez más, una auténtica joya de rara belleza revelada en un perfume floral fresco y vivo. Una nueva, cautivadora y voluptuosa fragancia de verdadera feminidad, confiada en su encanto, en armonía con el inconfundible glamour de Versace.
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